Dedicatorias

martes, 13 de julio de 2010

Recuerdos de la abuela (por Rogelito)

Hoy he recordado muchas vivencias familiares ligadas a la abuela Carmen, accedí en Internet al Blog dedicado en su honor, disfruté de un desborde de sentimientos hacia esa humilde, protectora y complaciente mujer que fue capaz de llenar de felicidad nuestros corazones, así tenemos que recordarla con mucha alegría. Fue la abuela preferida por todos, estuvo presente en ella esa delicadeza de complacer cualquier antojo de sus nietos, siempre la acompaño esa natural y picarezca forma de responder ante cualquier situación con palabras sencillas y era capaz de convencer a cualquier persona por muy instruida que fuera, son virtudes y rasgos de su personalidad que no todos podemos desarrollar.

Mi madre fue su escudera por mas de 18 años después de haber sufrido su primera fractura de cadera, a partir de entonces se convirtieron en compañeras iseparables en todas las contiendas, mas aún después de la muerte de mi padre, recuerdo aquellas interminables controversias entre ellas dos, cuando la abuela se levantaba en las mañanas, recogía sus cosas y le decia a mi mamá con voz firme e imponente ¨Me voy para mi casa¨ , escenas como esas se repetían semanas tras semanas. En varias ocasiones logró su objetivo, una vez salió de la casa aprovechando que mi mamá había ido para la bodega, le dió vuelta a la cuadra pasó por frente a mi casa y en la esquina una vecina le avisó a Miladys y la rescató de nuevo, en esa época ya manifestaba signos de demencia y que por ratos se agudizaban. A partir de ese momento nunca mas la dejamos sola en la casa ni por un momento.

Recuerdo tambien los episodios de desespero que tenía cuando venía de visitas a mi casa con mi mamá, siempre nosotros tratábamos de retardarlas para que llegara la hora de comida y nos acompañaran, ella siempre ponía algún pretexto para irse, primero decia ¨Ide vamos que se hace de noche y no hemos hecho la comida¨ , o se acercaba a puerta, miraba al cielo y decía, ¨Ñooo que agua viene por ahí¨ , vamos que va a llover, así tenía en jaque a mi madre todo el tiempo hasta que al fin lograba su objetivo, siempre la aompañaba su buen sentido del humor.

Creo que no tienen que darnos las gracias por haber atendido a la abuela, solo tuvimos la suerte de poder darle las atenciones que mercía y estar a su lado hasta su último aliento, ustedes tambien lo hubiesen hecho con el mismo cariño y dedicación que lo hicimos nosotros. Acostumbrarnos a su ausencia quizás llegue algún día, recordarla siempre será posible, pero olvidarla nunca.

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