Dedicatorias

jueves, 8 de julio de 2010

La bisabuela Carmen (por Jessica)

Contra todo pronóstico, el tiempo nos revela lo invencible que es la vida, y lo fugaz que se escapa ante nosotros. No es sino un conjunto de momentos, historias, sentimientos, pero sobre todo, personas, lo que conforman esta vida, y son estos momentos precisamente los que pasan a la historia y son recordados siempre.
Hoy en mi casa no se habló sino de como haber evitado lo ocurrido, aunque todos en el fondo sabemos que la edad tomaba ventaja en la partida, y termino por vencer en este juego, porque la vida no es sino un juego.

La abuela, palabra unánime de todos, era una persona increíble, fue buena madre, y mejor abuela aún, y eso es sólo parte de las buenas cosas que he oído decir hoy de ella. Es una lástima que nosotros, los bisnietos, no hayamos tenido la oportunidad de conocerla mejor, por las circunstancias, pero sobre todo por la distancia que nos separa, que es temiblemente nuestra peor enemiga.

Esta gran mujer se ha ganado el cariño de todos, y he de decir que nunca había oído antes que se cuidara tanto de una persona como de la abuela después que cayó enferma. Tampoco había visto a mi padre llorar antes, eso me revela lo fuerte que es, pero también, lo eterno que era su amor por Carmen. Mentira, si lo vi llorar una vez cuando leía una carta que me escribió desde México yo recién nacida. Eso me ha dejado marcada, y he de decir que envidio a mi padre por lo que siente ahora mismo, y ojalá yo pensara igual que él, y pudiera compartir estos recuerdos de su abuela, mi bisabuela.

A toda la familia de Cabaiguán, les entrego sinceramente mi más merecido apoyo, y les doy las gracias de todo corazón por haber hecho todo lo que ha sido posible para que abuela siguiera aquí, con nosotros. Porque sé que les ha costado horrores, porque el dolor y el cansancio deben haber podido con ustedes en muchas ocasiones, y sobre todo verla en tan mal estado. Por eso, y por haber hecho que ella, alrededor de todos ustedes, descanse en paz, gracias. Los envidio enormemente por haberle dado el último adiós, porque todos saben que el adiós de los que nos vamos es el más terrible de todos, por no saber que esperanzas quedan, o quien se irá en nuestra ausencia. Idelsi, Yahíma, Rogelio, Miladis y familia, Jorge y demás primos y nietos, un gran saludo.

A todos mis familiares, y con más fuerza aún, a mi abuelo Ramón, a Carmen, a Dania y Adriana, no encuentro palabras para describir lo que hemos sentido hoy aquí, y no es que el dolor haya podido con nosotros, al contrario, es que las lágrimas saltaban de alegría muchas veces, recordando todo lo que la abuela Carmen era, que siempre quedará en nuestros corazones.

No me queda sino deciros a todos, que nunca nadie deseará tanto pertenecer a una familia como esta, como lo siento yo, estoy totalmente orgullosa de lo que somos todos, diferencias a parte, porque juntos hemos compartido los mejores momentos, y espero que a pesar del tiempo, cuando nos volvamos a reunir, recordemos todo lo que hemos sido, y aunque falte alguien fundamental en la vida de todos, debemos seguir con fuerza y recordarla con total alegría, pensando que ha vivido toda una vida, y que ha merecido todo el amor del mundo. Ahora, que descanse en paz. Un saludo a todos. Los quiere, jessy

La abuela (por Adalberto)

Hoy es un dia muy triste para mi por lo acontecido.


Se que fueron muchos los sacrificios por parte de la familia presente al lado de mi madre para paliar el sufrimiento que todos y sobre todo ella padeció en el último año despues que calló encamada.

Reprocho a la vida, y a las circunstancias, no haber podido estar junto a ella en el momento de su muerte, eso no tiene perdon.

Agradecer, si es que se puede llamar así, a todos aquellos que de una forma u otra se ocuparon del dia a dia durante su enfermedad, no puedo señalar a nadie en específico ni en particular, creo que todos merecen mi reconocimiento.

Mejor cuidada y en mejores manos no pudo estar mi madre, eso la reconfortaría durante su convalescencia, y quizás contribuyó, mejor dicho, decidió que tuviera una convalescencia feliz y llena de cariño y amor por todos los que la rodearon en ese tiempo.

Hablar de mi madre no viene a caso ahora, todos, familiares o no, saben que clase de mujer fue en vida y lucidez, eso nos debe servir de guia para nosotros que la conocimos tan de cerca y sufrimos junto a ella las vicisitudes y momentos de alegría. Siempre estará en nuestro corazón y en nuestra memoria. Que descanse en paz.

Un fuerte abrazo a todos.

Los quiere Berti.